Las 10 claves (que nadie conoce) para educar niños felices.

Cuando educamos lo hacemos con la intención a corto plazo de que nuestra hija o hijo desarrolle una serie de capacidades y aprenda ciertas actitudes que le permitan adaptarse a la sociedad de forma optima. 

Si un día cualquiera en el que vas corriendo como habitualmente y pensando en las mil cosas que tienes que hacer, un veinteañeros con un identificativo te parara en mitad de la calle y tratara de hacerte una encuesta en ese mismo momento sobre “¿Para qué educas tú a tu hijo?” Probablemente, para salir del paso, dirías algo así como:

- “Pues para que sea buena persona” o “Para que sea alguien de provecho” o “Para que sepa  defenderse en la vida…” 

Eso es lo inmediato, pero ¿y si, ahora que estás tranquila, te propongo algo? 

Un pequeño reto que te va a permitir hacer un descubrimiento muy importante para ti y tu hijo;  Quiero preguntarte:¿Para qué educas a tu hija o hijo? Piensa durante un par de minutos -Te dejo un momento- … 

Hola! ya he vuelto, ¿has podido responder? Quizá no me aleje mucho de tu respuesta si te digo que tú, y mayoría de madres y padres dirían: “Para que sea feliz”. 

Sí, así es y es que aunque somos conscientes de que vivimos en la era de la inmediatez y queremos todo para ya, hay algo que no debemos perder de vista y es que: 

1. Educar es un proceso a largo plazo. 

2. Queremos que la educación que les damos a nuestros hijos sea una experiencia tan inmensamente rica como para que consigan ser lo que quieran ser en su vida, pero sobretodo para que consigan estar sanos y sentirse felices. 

Pero, ¿y por qué no pensamos en ello cada día? 

¿qué es lo que nos impide centrarnos en que nuestro objetivo es que nuestro hijo sea feliz? 

Pues desde luego el estrés, las prisas, la falta de tiempo, que hay mil tareas que tenemos  que hacer cada día y que buscamos resultados y soluciones inmediatas al momento, lo que hace que educar en muchos momentos sea el trabajo más estresante de tu vida, y que solo puedas fijarte en la rutina del día a día y lo que ocurre a corto plazo. que solo te permite plantearte si hoy has conseguido que tu hijo haga sus tareas sin rechistar, si ha recogido su cuarto si tener que decírselo 20 veces o si se ha comido las verduras…

Pero entonces, ¿cómo puedo lograr mi objetivo final con la educación de mis hijos?¿cómo puedo educar niños felices? 

Bien, no todo está perdido, por suerte si has llegado hasta aquí quiere decir que tienes más herramientas de las que crees, yo solo voy a acompañarte a descubrirlas y a conectar con aquellos aspectos más positivos y motivadores de la apasionante tarea de educar a tu descendiente. 

Vamos a por ello!! 

CLAVES PARA EDUCAR NIÑOS FELICES. 

1. Dale palabras y valida sus emociones: ayúdale a identificar lo que siente en cada momento, a comprender cada emoción y dale herramientas para que aprenda a gestionarla de forma positiva. SÍ, la tristeza o el enfado también son emociones buenas y SÍ, también son necesarias y no hay que rechazarlas. 

Recuerda: Lo malo no es el enfado sino lo que hago con él si no lo gestiono. 

2. Ayuda a tu hijo potenciar su autoestima y a desarrollar un autoconcepto ajustado: Acompáñale a identificar sus fortalezas personales, aquellas capacidades y habilidades que le permiten reconocerse como un ser único y especial. 

Recuerda: Evita las alabanzas vacías, degradan su autoestima.  

3. Escucha a tu hijo: permítele que te explique sus ideas, sus razonamientos y sus conclusiones, solo así podrás saber realmente qué le preocupa, qué necesita y sus motivos para actuar como lo hace. 

Recuerda: Parar a escuchar ayuda a solucionar muchos conflictos en familia. 

4. Mira a tu hijo a los ojos: la mirada nos conecta con el otro, los niños necesitan ser mirados para sentir que son tenidos en cuenta, que son importantes.

Recuerda: cuando tengas que decir algo a tu hijo procura ponerte a la altura de sus ojos y mirarlo, de esa manera se sentirá más conectado contigo y tenderá a hacer lo que le pides. 

5. Ofrece normas basadas en tus valores personales: para que tu hijo comprenda qué aspectos son importantes en la vida, pueda integrarlos y ajustar su conducta a ellos explícale porqué debe hacer una cosa y porqué no puede hacer otra. 

Recuerda: la coherencia entre lo que dices y lo que haces es la base para que tu hijo integre las normas, si quieres que una norma sea respetada en casa tienes que ser la primera en cumplirla.  

6. Plantea límites lógicos: que permitan a tu hijo aprender a autorregularse, que le ayuden a ir identificando el camino que le hace sentirse bien consigo mismo y con los demás.

Recuerda: los límites establecidos siempre con amabilidad y firmeza ayudan a tu hijo a desarrollar su autonomía y su autoconciencia. 

7. Resuelve conflictos en familia por medio de tu estilo asertivo: ser asertivo es una habilidad que permite defender nuestras necesidades y derechos sin agredir ni ser agredido, así que trata de ofrecer un espacio a cada miembro para que pueda expresar lo que necesita para llegar de forma conjunta a un acuerdo. 

Recuerda: los conflictos son parte de las relaciones así que están presente en todas ellas. 

8. Abraza a tu hijo a diario: el contacto físico es una necesidad básica como comer o dormir, para que tu hijo se desarrolle de forma saludable es importante que haya contacto físico y conexión emocional. 

Recuerda: a veces más vale un abrazo que mil palabras.  

9. Dile qué te gusta de él o ella: solemos hablar con nuestros hijos de las cosas que no nos gusta que hagan, pero ¿te paras cada día a decirle a tu hijo que te encanta que dibuje tan bien, qué sea tan buen deportista o tan generoso con sus amigos? 

Recuerda: eres un espejo en el que mirarse, dale una imagen ajustada a la realidad. 

10. Dile que le quieres cada día: parece algo obvio, nuestros hijos son lo que más queremos pero no basta con darlo por supuesto es importante decírselo. Que sepan que el amor que sentimos por ellos es incondicional y que siempre nos tendrán a su lado para lo que necesiten. 

Recuerda: el amor no puede estar sujeto a tus emociones, aunque estes enfadada con tu hijo el afecto es innegociable. 

Como ves en estas 10 claves hay mucho trabajo por tu parte, por supuesto que no es fácil, yo tengo un dicho en mi vida: “Nada que merezca la pena es fácil” así que manos a la obra y si te sientes perdida o te faltan recursos para poder aplicar cualquiera de los pasos aquí me tienes, puedes contactar conmigo y juntas lograremos alcanzar tu objetivo educativo: Educar niños felices.

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